A Yolanda su marido le comenta
– “ Ahora me cruzo todos los días en el
ascensor con la vecina del tercero. Es muy maja, y no tiene mal tipo. Para su
edad, quiero decir.
Pues a mi siempre me ha caído mal, le dice
mientras mete al bebé en su cunita. - Y el caso es que no tengo ninguna razón.
Ahora, unos meses después. Desde que los
pilló sin que la vieran mientras se acostaban en su propia cama, sabe que tenía
razones para odiarla.
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