miércoles, 30 de noviembre de 2011

GALGO

    Dedicado a Tania, y a los creen como yo, que los animales también tienen derechos.


GALGO



     Si he servido bien a mi amo y siempre le he sido fiel. Si no le he pedido casi ni el trozo de pan y el balde de agua con el que me han alimentado siempre. ¿Por qué merezco esta suerte?

     Ya no soy ni tan fuerte ni tan ágil como antes, pero aún sirvo.

     El lazo que me oprime el cuello y me eleva sobre el suelo me hace mucho daño. Se lo quiero decir con mis ojos, que ahora se desorbitan, pero no sirve de nada.

     Con total indiferencia se aleja de mí con sus otros perros. Ellos si me miran pero con un tirón en el collar les obligan a seguir. Recuerdo cuando era uno entre ellos.

     Esto es lo que se llama, morir como un perro.






1 comentario:

  1. Realmente conmovedor, denota sensibilidad, la mirada triste de un animalito, es la viva imagen del desaliento.siempre me ha provocado tristeza ver ese semblante cuando son capaces de ser tan agradecidos cuando notan cariño hacia ellos. Un abrazo

    ResponderEliminar

Me alegro que participes en mi blog. Gracias por dar tu opinión