Le había visto ya muchas veces antes, y
siempre la tentación, las ganas.
Tenía la ocasión, y tenía el instrumento.
Yo soy una persona de bien, pero él no puede ir por la vida jactándose de sus
fechorías, amenazando con repetirlas, presumiendo de que si le gusta una chica,
se acuesta con ella, quiera la chica o no, y que si no accede por las buenas le
puede pasar como a la otra. ¿Cómo puede quedar impune alguien capaz de quemar
viva a otra persona?
Es por eso que lo hice, para que las demás
estén a salvo. Como en la canción... “La
calle desierta (….) Un coche sin luces (…) un golpe certero.
Me di a la fuga, matar a alguien con el
coche es fácil.
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